miércoles, 27 de octubre de 2010

Yo y mi cráneo


Hace tiempo que viajo en noches,
por el rabillo del ojo la luna
en asiento mi cráneo y reproches
de agonías que el cristal acuna.

Alimañas tiznadas por fuera
ni un segundo en asfalto,
la luz sale de mi caldera
derecha hacia cualquier salto.
El cerebro vuela por vientos
perdidos creando un butrón,
oscuro, un filón sin aliento
esquivo el tranquilo salón.

Las marchas serán mi cetro
el volante tu cintura
el asiento mi valioso trono
y la música mi ayuda.

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