martes, 25 de junio de 2013

Libre, que ni el viento.



Yo, que encelo de mi utopía,
me asomo fuera valiente y libre
provoco al viento sus huracanes
se rasga el cielo rompe en estrías.

Salto con alas de piel y venas
mientras atronan mis ideales
nadie amedrenta ni al ver de frente
cuando me quiebro contra la acera.


Mi voz sigue en la mente de la gente y esa idea 
lucha con los siguientes que no tienen miedo
en morder ni a su Dios por no ponerle un: -pase,
aquí puede pensar, prohibido que se plante ud. en el suelo-.