sábado, 8 de febrero de 2014

Libre, que ni el viento (II)

Inspirado por y para esa persona verdaderamente libre.



Párate a mirar al cielo, respira,
deja que las ramas acaricien tu piel
lanza piedras, sin vergüenza,
desnúdate que una flor no es cruel,
cruel es inhalar la ciudad
y la ciudad solo lloriquea hiel,
hiel es mirada de abad,
enreda, aliena y cambia tu ser.

Disipar nuestros cuerpos
no adulterar con carnaza,
que se tejan las ánimas,
excarcelar el comienzo.