el viento encaja su anhelo
inmóvil lo veo y en celo
ni un pelo se mueve, que pena.
Lo intento, mis ojos empiezan sus guiños
y riño, conmigo a gatas, tembleques
esquejes, de envidia que crispan por dentro
memento, los bailes de cuerpos dementes.
Juergas de cuerpos fibrilan y espasmos, gente poseída
sangra, segundo intento
mis brazos se animan se tuercen
oscilan al tiento cavilan y entramos, mente distraída
clama, tercer momento
mis piernas se vuelven amantes.
tan lascivas bocanadas que chocan y caigo
se tejen con otras
embestidas de caderas nos surgen y estallo
mis poros se animan.
Ya solo hay figuras lunáticas
obtusos, ángulos desbocados
pose imposible de cuerpos