martes, 12 de octubre de 2010

Cuéntame el chiste



Por fin Dios delata su quehacer jocoso.
Toda la vida es un mal castigo
hazte de él, hazte su amigo,
para que al cielo pases glorioso.
Todo es impuro, ni una mirada
podrás empañar sin ser castigado,
vida en estampas ladrón malparado
y clérigos ricos con tripas cargadas.
Ahora doy pago y luego oposito
en el chiste de querubines tejiendo
una ciudad en el cielo eterno,
cuéntame otro, Dios saleroso,
ese de piras de herejes odiosos.

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