sábado, 19 de junio de 2010

V-uelta


Te cuento y ni acierto a saber si esto es cierto
me arriesgo y lo siento pero al fin te comento;
aspersores culpaban su agua a las fuentes
que nunca me mienten de asfaltos con cauces
y ahora me importan las luces que dictan
un chorro de ruina e huida de alces,
que acaban sentándome en caminos que versan
canciones de huir sin usar esas sales
de lima y sudores que tanto pretendan.

Reflejos de luces espantan mi rostro
que solo deshace lluvia de otoño.
Me busca por sitios que calman el rastro
y solo a despegan tu jerga con moño.

Barrotes de sombra encadenan mi paso,
y voces solo quieren espantar mi presencia.
Escondido en columnas, desapercibo mi asistencia
andando me vuelvo encontrando mi rastro.

Saltando la valla que llega a mi hueco,
insectos intentan morderme en mi reino,
no necesito su olor de barro
ya que entre sabanas encontrare el deseo si mueco

No hay comentarios: