Trasnoche, bella seda y podredumbre.
En tu manto recaudas borracheras
que plagan los nichos de discusiones,
enfadas al sol que cansado espera
pues resguardas noches de servidumbre,
si me llevas como perro con correa
me empujas a fracturas de azufre.
Yo escribo con las destintadas plumas
y haces que en senderos, cursivo ande,
hasta que en el techo velen farolas.
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