Historia de una traicion

La brisa marina azotando mi rostro, el hipnótico vaivén de las olas, la sensación de libertad y de que nada ni nadie puede someterme...
Todo me ha sido arrebatado.
Ocurrió esta mañana. Nos encontrábamos rumbo a puerto con las bodegas a reventar de botines, cuando el segundo de a bordo, maldito sea mil veces, se me acerco por detrás y me comunico: "Capitán, ha estallado un motín."Eso es lo ultimo que recuerdo antes de recibir un fuerte golpe en la cabeza. Cuando desperté, mareado y con la visión nublada, estaba tirado en una playa. Avancé tambaleándome hacia la orilla para observar, impotente, cómo mi barco iba empequeñeciendose en la lejanía, abandonan dome, solo, en una isla dejada de la mano de Dios, en medio de ninguna parte. La rabia, la frustración y el odio que sentí fueron indescriptibles. Lloré, grité, pataleé, maldecí mi suerte.
Hasta esta noche. El único motivo de que no continúe llorando es que no me quedan mas lágrimas que derramar. Me siento como si me hubieran arrancado el alma, y hubieran arrojado el cascarón vacío que es mi cuerpo a la mas profunda oscuridad, una oscuridad de la que no puedo escapar.
He perdido a mi mas fiel amiga, a mi mas intima amante y a mi mas querida madre, y lo único que me han dado a cambio es una pistola con un único disparo, cuyo objetivo es arrebatarme la vida. Observo la Luna y su ondulado reflejo en el océano, cargo la pistola y me la llevo a las sienes.
Ahora mi vida no tiene sentido.
Me pongo de pie observando la extensa mar con solemnidad. Ésta ha sido siempre mi vida. E s justo que sea aquí donde termine. Me sumerjo en el mar hasta la cintura y tomo la que ha de ser mi ultima bocanada de aire. Cierro los ojos.
¡Bang!