¡Cuidado!, me intento alejar, mal dolido,
escondido en mi caparazón.
Si asomas el hocico acabarás molida
solo quiero coger mi estación,
no trates de atar lo que quedé
deja ya de acercarme tu rostro,
pues todos mis poros me duelen.
Vete corriendo a montarte a tu potro,
ves tranquila a palpitar, ¡que suene!.
Todo, de esto, de mi duro, cruel
angustiado, coagulado, pero aún no soez.
Corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario